Su esplendor llegó en las décadas de 1950 y 1960, coincidiendo con el que se producía en Europa, sobre todo en París. Los Creadores españoles, se encontraban en pleno momento de madurez profesional y gracias a su gran creatividad y buen hacer, las clientas acudían a ellos desde diferentes países del mundo y las creaciones españolas se paseaban por diferentes continentes.
En la década de 1970, el régimen político existente en España, no considero suficientemente importante al sector ni en el ámbito cultural, ni en el económico, ahogándolo con cargas tributarias exageradas (impuesto al lujo), lo que propició el cierre de muchas Casas de Alta Costura y con ello su desaparición como tal, y también que algunos diseñadores, abandonasen nuestro país para poder seguir desarrollando su profesión y pasión.